El conflicto es una parte natural de la vida, y enseñar a los niños a manejar los desacuerdos de manera saludable es una habilidad esencial para su desarrollo emocional y social. En lugar de evitar o suprimir el conflicto, los niños pueden aprender a navegar las disputas con respeto y comprensión. Aquí hay algunas estrategias simples y efectivas de resolución de conflictos que los niños pueden entender y aplicar fácilmente.
1. Usar declaraciones en primera persona con “Yo”
Enseñar a los niños a expresar sus sentimientos utilizando declaraciones en primera persona con “Yo” les ayuda a comunicarse sin culpar. Por ejemplo:
En lugar de decir: “¡Nunca me dejas jugar!”
Enséñales a decir: “Me siento triste cuando no tengo un turno.”
Este enfoque ayuda a los niños a asumir la responsabilidad de sus emociones y fomenta la conversación abierta.
2. Practica escuchar activamente
Anima a los niños a escucharse entre sí sin interrumpir. Enséñales a:
- Mantener contacto visual.
- Asentir o mostrar que están escuchando.
- Repetir lo que la otra persona dijo para confirmar que entendieron (por ejemplo, “Entonces, ¿dices que te sientes excluido?”).
Escuchar activamente garantiza que cada niño se sienta escuchado y validado.
3. Tomar un descanso cuando sea necesario
A veces, las emociones están muy intensas y es difícil resolver conflictos con calma. Enséñales a alejarse por unos minutos para calmarse antes de discutir el problema. Respirar profundamente o contar hasta diez puede ayudarles a recuperar la compostura antes de hablar sobre la situación.

4. Fomentar la búsqueda de soluciones en conjunto
En lugar de imponer una solución, ayuda a los niños a generar ideas para resolver el conflicto juntos. Pregunta cosas como:
- “¿Qué podemos hacer para que esto sea justo para los dos?”
- “¿Cómo podemos solucionar esto para que todos se sientan bien?”
Esto ayuda a los niños a desarrollar habilidades para resolver problemas y fomenta la cooperación.
5. Enseñar el poder de pedir perdón y perdonar
Las disculpas deben ser sinceras y específicas. En lugar de solo decir “Lo siento”, guíalos a decir:
“Lo siento por tomar tu juguete sin preguntar. La próxima vez, pediré permiso antes.”
De misma manera, anímalos a perdonar y seguir adelante, enseñándoles que aferrarse al enojo no es productivo.
6. Representa diferentes escenarios
Practicar la resolución de conflictos a través de jugar diferentes papeles puede ser una forma divertida y efectiva de reforzar estas habilidades. Crea situaciones en las que los niños puedan practicar el uso de declaraciones en primera persona, escuchar activamente y las técnicas para resolver problemas.
7. Modelar una resolución de conflictos saludable
Los niños aprenden observando a los adultos. Demuestra una resolución de conflictos positiva manejando los desacuerdos con paciencia, respeto y disposición para llegar a un acuerdo. Si te ven resolviendo disputas de manera constructiva, es más probable que hagan lo mismo.
8. Usar un Rincón de la Paz o un Espacio de Reflexión
Crea un espacio designado donde los niños puedan ir a calmarse y reflexionar antes de abordar el problema. Este espacio puede incluir cojines suaves, un gráfico de emociones o actividades relajantes como colorear para ayudarles a autorregularse antes de resolver el conflicto.
9. Reforzar la empatía y la perspectiva
Enséñales a ver las situaciones desde la perspectiva de otra persona preguntando:
- “¿Cómo te sentirías si eso te pasara a ti?”
- “¿Qué crees que está sintiendo la otra persona en este momento?”
Esto fomenta la compasión y les ayuda a considerar las emociones de los demás antes de reaccionar.

10. Reforzar y Elogiar la resolución positiva de conflictos
Cuando los niños resuelvan un conflicto por sí mismos con éxito, reconoce sus esfuerzos. Refuerza su buen comportamiento con reacciones positivas, como decir:
“Estoy orgulloso de ti por hablarlo en lugar de discutir.”
Al enseñarles estas estrategias simples y prácticas, los niños desarrollarán habilidades de resolución de conflictos para toda la vida que promoverán la armonía y la inteligencia emocional. Fomentar la paciencia, el respeto y la comprensión les ayudará a gestionar los conflictos de manera que fortalezcan las relaciones en lugar de dañarlas. Aprende más sobre habilidades de crianza basadas en la investigación en uno de nuestros talleres de la Academia R3 – https://r3academy.org/