En el viaje de la paternidad, ciertos momentos se destacan como estrellas contra el cielo nocturno: brillantes, hermosos y fugaces. A medida que mis propios hijos crecen, uno de esos acontecimientos celestiales está a punto de ocurrir: ¡el mayor se gradúa de la escuela secundaria! La proximidad de este importante hito me ha hecho reflexionar: ¿Cómo puedo aprovechar al máximo esta importante ocasión en el viaje de mi hijo hacia la edad adulta y en mi viaje como padre?
Llega el Día
Imagínese esto: un gimnasio lleno de familiares y amigos felices, haciendo eco de los acordes de “Pomp and Circumstance”. Su hijo o hija, resplandeciente con toga y birrete, sube al escenario para recibir un apretón de manos y un certificado que representa años de trabajo en equipo arduo, a menudo agonizante. Este no es solo un reconocimiento al éxito de su hijo, sino también al suyo: el resultado de una colaboración entre usted, su hijo y el puñado de personas que invirtieron su tiempo y lágrimas en este momento histórico.
Al mirar a su hijo, uno se siente atrapado en un extraño torbellino de emociones (como les suele pasar a los padres). El orgullo aumenta, pero también se mezcla con una sensación de pérdida por el pequeño que solía tomar su mano para cruzar la calle.
¡Saborea esos sentimientos! Si es como yo, entonces tenderá a distraerle con el frenesí de todo. A medida que llegue la graduación, pensará en el horario del día, si la abuela estará cómoda en su asiento o si debería haber reservado la cena más tarde para tener más tiempo para luchar contra el tráfico que sale del estacionamiento. ¡No haga eso!
Paternidad Presente
Todos los días tengo la tentación de centrarme en la logística en lugar de en mi hijo. Ahora más que nunca necesito ser deliberado con mi tiempo y energía. Necesito que mi hijo sepa que estoy más orgulloso de lo que parece posible que lo esté una sola persona. No puedo contener mi emoción. Claro, yo también tengo ansiedad, al igual que él, pero eso no es nada comparado con mi asombro por el hombre en el que se ha convertido.
Cuando lleguen estos acontecimientos, hágale saber a su hijo que está presente en el momento… y en los momentos previos a ese momento. Son las pequeñas interacciones cotidianas, no sólo las celebraciones llamativas, las que sientan las bases de una relación sólida entre padres e hijos.
Si su hija o hijo se gradúa este año, le quedan muy pocos momentos. Sólo quedan unos 20 fines de semana desde ahora hasta ese fatídico día. Haga que cuenten.
Haciendo que Cuente
A continuación se ofrecen algunas ideas sobre cómo prepararse y celebrar este importante hito:
- Toma fotografías y videos y haz un montaje ridículo que puedas compartir en las redes sociales. Este es el equivalente moderno a gritar a los cuatro vientos. Su hijo sabrá que está orgulloso y tendrá un gran recuerdo que podrá mirar en el futuro y recordar.
- Considere hacer una lista de verificación para la cuenta regresiva del fin de semana. Si solo le quedan 20 fines de semana antes de que su hijo se gradúe, ¿qué pasaría si hicieran una lista de cosas que pueden hacer juntos cada fin de semana antes de ese día? No se arrepentirán de pasar una o dos horas caminando juntos, jugando, pescando o dando un paseo en coche.
- Únase a su hijo para escribir tarjetas de agradecimiento a las personas en sus vidas que han ayudado a hacer posible este momento: abuelos, maestros favoritos, entrenadores, vecinos. Este ejercicio le recordará a su hijo o hija que debe reconocer a los demás y hacer una pausa para agradecer y reflexionar.
¿Cuáles son algunas otras formas en las que planea aprovechar al máximo los hitos de su paternidad?
Para obtener más consejos sobre crianza positiva, consulte nuestro blog y nuestro taller gratuito para papás de California, la R3 Academy para Papás.